★Deviantart |
|
Últimos temas | » Hi!Sáb Oct 06, 2012 8:03 pm por Kin-Shannay » Tag Wall Enero 2012 By PhoenixDom Feb 05, 2012 7:43 pm por phoenixzwolf » helous!!!Sáb Ene 21, 2012 9:59 pm por lady_alucard » Hii :'DLun Dic 12, 2011 12:56 pm por Fame! » Pon un videojuegoMiér Jun 15, 2011 3:57 pm por inFamous » ¿Qué estás escuchando?Miér Jun 15, 2011 3:47 pm por inFamous » El último que postee gana.Miér Jun 15, 2011 3:45 pm por inFamous » La historia de Vuestros Nicks~Miér Jun 15, 2011 3:37 pm por inFamous » Bip, Bip. ¿Hay vida por aquí? >:DMiér Jun 15, 2011 3:10 pm por inFamous |
| | Concurso de Escritos Nº1 Votaciones. | |
| | Autor | Mensaje |
---|
Ghost of Shadows
Mensajes : 334 Reputación : 3 Fecha de inscripción : 28/11/2010
| Tema: Concurso de Escritos Nº1 Votaciones. Sáb Dic 25, 2010 7:54 pm | |
| Pues bueno, una vez terminado el plazo de entrega, me han llegado estos 3 escritos. Puede votar cualquier usuario del foro, otorgando a la historia que más le haya gustado 1 punto y explicando las razones lógicas de su decisión. Hay que escribir el título de la historia para votar, que para algo está. Pues, adelante, y que gane el mejor. 1- Nochebuena Eterna- Spoiler:
El sol brillaba levemente mientras comenzaba a ocultarse. El viento mecía con suavidad mis cabellos, y un olor peculiar evocaba en mí una honda nostalgia. Inevitablemente levante mi vista hacia el cielo, en ese instante fue cuando me percate de los pequeños copos blancos que caían dulcemente y evocaban la tierna imagen de los pétalos de cerezo. Mi mano cobró vida propia e inconscientemente atrapó un copo en ella, noté como aquel copo se derretía en mi mano, convirtiéndose en cristalina agua, pero… el agua que rodaba por mi cara no era proveniente de ningún copo. Entonces ¿qué es este nostálgico sentimiento que no me deja respirar y hace que las lágrimas se precipiten? Me deje invadir por el recuerdo a la vez que intentaba frenar el avance de las lágrimas con la suavidad de la lana de mis guantes. Me pregunto si tú, en donde quiera que estés, también evocas este sentimiento. Cuando las lágrimas se detuvieron proseguí mi camino, no había tiempo que perder, la hora se abalanzaba sobre mí sin tener ni siquiera un presente que otorgar. Llegue al escaparate de una tienda, la cual había deseado visitar por años pero no me había atrevido aún, asíque respire hondo y entré. Era una tienda pequeña especializada en té, café y diversos artículos relacionados. Ambientada en la nobleza inglesa de la edad media, sus tazas finamente talladas eran hermosas. También había una incontable variedad de flores, aunque mi vista solo consiguió ver las majestuosas rosas blancas que lucían en el mostrador. -Hola, en que puedo ayudarla. Hacía años que no aparecía por nuestra humilde tienda señorita Eleanor.- Una sonrisa se dibujo en el rostro de la anciana dependienta, la cual no tuve más remedio que contestar con una humilde risa. -Hace demasiados años que no visito esta zona de la ciudad Ángela. Esta es la primera vez después de cinco años. -Oh, si que ha pasado tiempo desde entonces, para mí, los años pasan demasiado rápido señorita Eleanor, parece que fue ayer cuando la ví por última vez. No ha cambiado demasiado. -La verdad es que intento mantenerme como en aquel entonces, no me gusta crecer. –reí espontáneamente, realmente era mejor quedarse anclada en el pasado. -Venía a por unas tazas y un poco de té Kukicha. -Por supuesto. Apenas tardo unos minutos en mostrarme unas tazas verdes y blancas con unas finas líneas doradas que adornaban a la perfección y conjuntaban perfectamente con el té que deseaba para la ocasión. -Muchas gracias estas son perfectas, me llevaré ocho juegos. No tardó demasiado en envolvérmelas y en cuanto pagué me fuí lentamente hacia el aparcamiento donde había dejado el coche. -Ahh… suspire, no puedo evitar pensar en aquellos días…
-Eleanor vamos a llegar tarde. -Solo un poco más, quiero encontrar el té perfecto. Habían pasado tres horas y aún seguía decidiéndome por el tipo de té que llevaría a su familia, hasta que de repente encontré un té perfecto. -Ven Alexander, prueba este.-No podía evitar contener la sonrisa por haber encontrado justo lo que quería.-¿No crees que es el mas adecuado? -Esta bueno, pero… ¿Tanto lío para un té verde?.-Me sonrió con amabilidad. -No es un simple té verde. Es un té Kukicha, un té verde de tres años sin apenas teína. ¿No crees qué es perfecto para tu hermana ya que no la tolera, y para tu madre, qué adora el te verde?. A tu hermano y a tu padre todos los tés les saben igual por lo que… no he pensado en ellos. Me encogí de hombros esperando que no le hubiese sentado eso demasiado mal. Cuando sin venir a cuento me agarró la cara y me besó con toda la dulzura que escondía aquel frágil cuerpo. -Es perfecto, gracias por estar atenta a todo condesa.- Dijo mientras fijaba sus misteriosos ojos perlinos en mi brillante mirada esmeralda. Me enfurruñe, odiaba que me trataran por mi titulo nobiliario. No me sentía a gusto con ello, lo había heredado de mis padres los cuales ya no estaban, por lo que me hacía recordarlos, y era algo que no deseaba. -No me llames así, sabes que lo odio… Se rió de mí de manera alegre y no pude evitar sonrojarme. -Vayámonos a casa entonces. Me tendió su mano y empezamos a caminar. -Me encanta este lugar, hemos creado tantos recuerdos juntos, ¿No crees?. Le sonreí, me era imposible no hacerlo. Él, aquella persona, esa única persona en todo el mundo, era lo único que conseguía hacerme feliz, y hacerme sonreír con el corazón. -Seguiremos creándolos para siempre.- Dulces copos de nieve empezaron a caer.- Mira Eleanor está nevando, ¿No es realmente hermoso? -Sí, si que lo es.- Elevé la mirada hacia el cielo y con la mano traté de agarrar al menos uno de esos pequeños copos, y lo conseguí.- Es suave. -¿No te recuerda a algo? ¿ No te recuerda a la vez qué nos conocimos en Japón?. Solo que en aquel entonces no era navidad, y no era nieve si no pétalos de cerezo.- Sonrió -Sí, si que me recuerda. Pero este momento me agrada mas. Estamos juntos, y en aquel entonces, tú... tú no me mirabas como mujer. Ahora en cambio, soy tu mujer.-Sonreí.- Quiero volver a ver la nieve caer a tu lado. -Volveremos a verla, el próximo año y todos los que le siguen, hasta que nuestros corazones dejen de latir en consonancia.- Me cogió una mano y me la puso en su pecho, mientras que la otra la puso en el mío. Tenía razón, latían juntos al unísono. -Siempre ¿verdad? Prométemelo…- Le miré con seriedad. -Es una promesa, y yo nunca rompo mis promesas. Pero a cambio, tus nochebuenas serán exclusivamente mías. -Esta bien, realmente no quiero pasar un día tan importante con nadie mas. No pude evitar no besarlo y después de ese beso, que parecía eterno, fuimos juntos cogidos de la mano, escuchando el sonido de nuestros corazones hasta llegar a casa, a celebrar nuestra primera nochebuena juntos.
-Ah… Alexander… ¿Por qué no puedes estar hoy aquí…?. Era una promesa. Has roto tu promesa. Una lágrima rodó por mi mejilla, aunque no tardé en secarla, monté en el coche y conduje hasta el aeropuerto. Había prometido a Rose Mary ir a entregarles personalmente los regalos. Me había suplicado que pasara la nochebuena con ellos. Pero… mis nochebuenas pertenecían a Alexander, y esta no iba a ser diferente. Aunque él rompiera sus promesas.
-¿Enviaste los regalos ya a mi hermana?- Me dijo sin levantar la vista del libro que sostenía en sus manos y al que prestaba tanta atención. Me acerqué hacia él a darle de probar un poco de la sopa que estaba preparando para la cena. -Si, nada mas llegamos a casa llame a Fran para que se los enviara.- Le miré algo decepcionada.- ¿Esta bien qué no vayamos personalmente a dárselos? Ellos insistieron mucho para vernos. -Esta perfectamente mas que bien, ¿O acaso no me prometiste pasar la nochebuena exclusivamente conmigo?.- Una enorme sonrisa tonta se formó en mis labios. -Sí, y soy verdaderamente feliz de ello. Extraño para él, dejó el libro en la mesa y se acercó hacia mí para besarme. -Está muy rica la sopa.- Rió sarcástico. -Ya sabía que era demasiado mala para la cocina, pero ¿Tanto como para reírse de mí?.- Contesté algo enfadada. -Sí, realmente horrible para la cocina.- Rió. –Pero te quiero, que le vamos a hacer. No pude evitar reírme con él a la vez que le observaba feliz.
“Pasajeros para el vuelo a Berlín de las 16:00, faltan cinco minutos para el despegue.”. -Oh, que tarde es, será mejor que me apresure o Rose Mary se enfadará conmigo si pierdo el avión. Subí al avión y tras un tiempo que se me hizo extrañamente corto llegué al aeropuerto, en donde Rose Mary me estaba esperando. -¡Eleanor, Eleanor! ¡Aquí Eleanor!.- Me dijo mientras sacudía su mano al aire. -Rose Mary, que cambiada estas, hace un año entero que no te veo.- Dije sonriendo a la afable muchacha que se encontraba ante mi.- Toma los regalos de todos. -Oh, muchas gracias. Nosotros… bueno nuestro regalo, es que te mudes a Berlín con nosotros. Londres debe estar resultándote pesado, demasiada carga tienes en ese lugar. -Lo lamento Rose Mary, pero en Londres está lo único que me importa en este mundo.- Reí sin ganas. Me entregó unas llaves y no titubeó al decirme. -Esta es tu casa Eleanor, nosotros seremos siempre tu familia. -Lo se y os lo agradezco Rose… Bien, estoy deseando tomarme un café bien cargado, mi vuelo sale en dos horas. Después de dos largas horas charlando sobre todo, había llegado la hora de mi partida. -Eleanor, estoy preocupada ¿estarás bien allí? -Si, tranquila, estaré con Alexander. -Si estás tan segura, por mi está bien. Dale recuerdos a mi hermano de nuestra parte. -Está bien, se los daré. Subí al avión, y tres horas mas tarde estaba de nuevo en Londres. En cuanto llegué subí al coche y me dispuse a ir con Alexander. Oficialmente era el día de nochebuena, el mismo que por primera vez contemplamos la nieve juntos. Llegué, y abrí la puerta. Y como no, allí estaba él. -Alexander ya llegué.- Me acerqué hacia él sonriendo con toda la dulzura que era capaz de contener en mi interior y agarré su mano con todas mis fuerzas contenidas. -¿Sabes? He estado con tu hermana, todo le va bien, es feliz con su marido y esta esperando un hijo, tus padres y tu hermano también te echan de menos, están deseando que vuelvas con ellos.- Sonreí y hubo un silencio.- Por fin es nochebuena… ¿Te acuerdas de aquel día? Me prometiste que veríamos la nieve juntos, todos los años, y a cambio yo te prometí que pasaríamos la nochebuena juntos, todos los años. Has roto tu promesa, sin ni siquiera quererlo… Una lágrima empezó a rodar, seguida de cientos más. -Alexander… quizás nunca he hecho todo lo que esperabas de mí, pero yo tan solo… yo tan solo quería estar contigo sin importar que. Desde el día en que me enamoré de ti, aquel primer día que te ví, en Japón, mientras volaban cientos pétalos de cerezo sobre nuestras cabezas, y en ese entonces te convertiste en el centro de mi mundo. Desde aquel entonces mi corazón a latido al unísono con el tuyo… ¿Recuerdas? Tu mismo me lo dijiste.- Cogí su mano y la puse en mi pecho, mientras la mía rozó suavemente el suyo.- Aún siguen latiendo al compás de la melodía de nuestro amor. Y no pienso romper mi promesa, esperaré por ti, esperaré cientos de años si hacen falta a que despiertes. Porque yo... sin ti no soy ni un uno por ciento humana, porque mi corazón me fue arrebatado el día del accidente y se mantiene en coma al igual que tú. Tan solo soy una mera estatua de hielo, efímera, que se resquebraja con lentitud cada vez que no siente cerca tu calor sanador. Pero… no sufras, en parte soy feliz, soy feliz simplemente sabiendo que tú sigues vivo y que estos sentimientos, te serán transmitidos por siempre. Así que por favor… no te rindas. Sé fuerte. Porque mi corazón vivirá por siempre contigo, en donde quiera que te encuentres ahora. En este instante tan solo, vivamos juntos por siempre en esta eterna nochebuena que une nuestros corazones. Esperaré a oír de nuevo tu dulce voz en mi oído susurrándome palabras de amor. No importa lo lejos que estés de mi, o que no seas capaz de oírme, mis sentimientos hacia ti, son algo que perdurara en el tiempo, porque a cada segundo que pasa, pesa mas tu ausencia, y me hace convencerme realmente de que nací, única y exclusivamente para amarte. Para amarte con todo el diminuto potencial que esconde este débil cuerpo humano. Algún día, volveremos a estar juntos. Y por fin cumplirás tu promesa. Volveremos a ver juntos caer la nieve, como aquella nochebuena. Y en ese instante no importara nada más, porque el tiempo dejara de correr para nosotros. En ese instante, te agarraré la cara, te besaré y por fin podré decirte “Bienvenido a casa”. Creemos nuevos recuerdos juntos, cuando despiertes… Por favor, no desaparezcas así sin más. Me abracé a su mano y pude notar débilmente como esta hacia un leve movimiento. Él aun seguía allí, y me amaba tanto como yo a él. -Por siempre nuestros corazones latirán juntos, hasta el día de nuestra muerte. Te quiero Alexander.
2- Siempre hay esperanzas- Spoiler:
Hoy es 24 de diciembre, noche vieja. Nunca hubiera imaginado que este día sería el más triste de todos para mí, siempre he sido una persona fuerte, capaz de afrontar las adversidades que se me presentan, pero cuando llega navidad mi moral se ve afectada por los acontecimientos, esta fecha es la mas importante para mi, pero a estas alturas ya no tiene ningún sentido. Hace años que este día perdió todo el sentido que tenía antaño, ya no estoy acompañada, ya no tengo a nadie , este día me lo paso sola en casa, frente al televisor, viendo alguna que otra película, mientras poco a poco mi moral se ve afectada y va sucumbiendo poco a poco a una profunda tristeza que atormenta mi corazón. Hace tiempo que mi familia me abandono y me dejo sola en este mundo. No tengo a nadie, mi mejor amiga se encuentra lejos en este momento, con sus seres queridos, celebrando un momento tan especial como este. Lo único que puedo hacer es fingir alegría para no preocuparla cuando me llama por teléfono, pero ni aun así consigo alegrarme a mi misma, no consigo salir de la tristeza. He intentado muchos métodos para no sentirme afectada por esto, pero es imposible, cada año los recuerdos felices de hace años vuelven a mi para atormentarme, ya no soy capas de crear nuevos momentos felices. Las horas pasan lentamente, aún son las nueve de la noche. Que debería hacer. De repente el timbre de la puerta suena, quién podrá ser a estar horas, yo no espero a nadie. Al abrir la puerta, las lagrimas que llevo siempre guardadas empiezan a derramarse por mi rostro , ante lo que mis ojos me mostraban, allí frente a mi, se encontraba mi mejor amiga, con su hermano y algunos familiares mas, no sabía que hacían aquí pero podía hacerme una idea, aún así no dude en preguntar
- ¿Qué hacéis vosotros aquí? No tendríais que estar con vuestra familia. - No es obvio, venimos a celebrar el 24 contigo, por que tu también eres parte de nuestra familia- dijo mirándome con una sonrisa enorme en la cara.
No podía creermelo, en verdad estaban ellos allí frente a mí. Y su hermano, la persona que yo más aprecio en este mundo, y de la que llevo mucho tiempo enamorada.
- Déjanos entrar al menos – dijo Antuan mirándome fijamente a la cara. - No llores tanto tontita, que ya no vas a estar sola en casa, te hemos traído a la tropa. - Gracias Antuan, Jenifer. Que haría yo sin vosotros- les dije al oído mientras les entrelazaba a los dos en mis brazos. Poco a poco la tristeza de mi hogar y de mi corazón se fue transformando en una infinita felicidad que no me cabía en el pecho. El ambiente que nos rodeaba era perfecto. Yo ayudaba a Antuan en la cocina, mientras Jenifer, junto con algunas personas más se encargaban de poner la mesa y dotar a mi casa un poco de aspecto navideño. Después vino la música y poco a poco el ambiente se fue animando más y más. Sin darme cuenta, Antuan se había puesto detrás de mi, y su cuerpo se acerco al mío, entrelazándome entre sus brazos fuertes y robustos, mientras yo limpiaba algunos platos sucios que había, no pude evitar ponerme nerviosa y temblorosa. Su cara se pego a la mía y mientras me miraba, yo poco a poco me enrojecía como una tonta. - ¿Por qué nunca dijiste nada?- me pregunto de improviso. - Decir nada, de que me hablas. - De lo sola que estabas, y de lo triste que te sentías. Sabes, me costo mucho darme cuenta, a pesar de lo mucho que te conozco, aún me eres muy difícil de leer, y eso no es bueno si quiero que seas mi novia- dijo con una sonrisita de niño bueno en la cara. - Espera, que has querido decir con eso de novia, no entiendo, estas de broma- le mire con cara de no comprender lo que acababa de decir. - Me ofendes, y no es broma, quiero que seas mi novia, por que llevo mucho tiempo enamorado de ti, pero nunca encontraba el momento adecuado para poder decirte lo que siento, hasta hoy. - Eso no puede, esto no esta pasando, dime que no es un sueño. - No lo es, yo te quiero, y estoy seguro que tu a mi también o eso espero si no habré echo el ridículo- dijo con una mirada llena de nerviosismo y miedo en los ojos. - Yo, claro que te quiero, como no podría hacerlo. Rápidamente me di la vuelta y lo abrase entre mis brazos, mientras nuestros labios se fundían en uno. Al separarnos, nos dimos cuenta de que todo el mundo nos estaba mirando desde la puerta de la cocina, todos tenían una cara de impresión ante lo que aquella escena les mostraba y sin perder más tiempo comenzaron a aplaudir, bailar y a felicitarnos por haber dado el paso, por fin, de confesar nuestro sentimiento. La noche continuo y la fiesta poco a poco aumento, yo me encontraba al lado de Antuan no me separaba de él ni un segundo, esta era sin duda, la mejor navidad que había vivido en muchos años y no quería que terminara nunca.
3- Espejismo- Spoiler:
Mis lagrimas se precipitaban, suicidas, desde mis ojos, para acabar formando parte del manto de nieve y escarcha que se extendía bajo mis rodillas. Temblaba de frío. Temblaba de miedo. Tenía tantas cosas por las que temblar... Y ahora me hallaba allí, de rodillas en la nieve, suplicando con mis lágrimas al bosque y a la ventisca. ¿Qué? No lo sabía. Solo me encontraba allí, suplicante, desvalido, perdido... Noté como lentamente el glaciar espíritu del bosque se hacía con mis huesos. Como se extendía el frío como si de una enfermedad se tratara desde mis rodillas al resto del cuerpo. Como se apoderaba de mis músculos. Como se apoderaba de mi alma. Y solo pude quedarme allí, de rodillas, temblando, y esperando a mi final. Ya no recordaba como había llegado allí. Tampoco importaba, pues ya nada importaría. Y esos fueron mis últimos pensamientos antes de perder el conocimiento. ¿Pensabais que me salvé solo por que os estoy contando la historia? ¿Pensabais que escapé a mi terrible destino? Lo cierto es que no lo se, y nunca lo sabré. No se si escapé a mi destino, pues nunca creí que los siguientes meses ocurrieran en realidad. Todo pasó frente a mi rematado con esos toques de color que solo se ven en los sueños, en la imaginación y en las alucinaciones. Todo pasó como si fuera... ¿Como podría definirlo...? Como un espejismo, eso es. Como un espejismo.
Sin saberlo, había caído en un profundo sueño. Un sueño que precedía a la muerte. Sin embargo, desperté. No en un mundo de algodón, entre nubes con ángeles cantando. No en ardientes calderas hirviendo en lo más profundo de la tierra. Tampoco era otra persona, animal o cosa. Era yo, tumbado sobre una pequeña tela ensopada, a una prudencial distancia de una chimenea. Las vigas cargadas de nieve me saludaban desde el techo, mientras poco a poco se iba enfocando mi mirada. Un poco más allá, vi a una mujer. Se encontraba frente a una pequeña cocina de leña mientras daba vueltas al contenido de la pequeña olla que tenía frente a si, la cual llenaba el ambiente con un delicioso sabor a caldo de pollo. Me había quedado contemplando su pelo azabache que caía sobre su vestido blanco, del cual ya solo se podía apreciar un poco en pequeñas zonas que no se encontraran amarillas del uso. Todavía no podía moverme, pero algún cambio debió de sentir cuando se giró y me sorprendió mirándola. Era más o menos de mi edad, su piel se encontraba colorada por el frío y sus manos endurecidas por el trabajo. No veía allí más que una pequeña cama, por lo que deduje que vivía sola. ¿Aquello existía? ¿Mujeres que por aquellos tiempos vivieran solas en medio del bosque? Ni siquiera habló. Tan solo me miró y sonrió aliviada al ver que había despertado. Con mucho esfuerzo, me levantó la cabeza y trató de incorporarme medianamente para colocarme un cuenco de sopa en las manos. Cuando traté de llevarlo a la boca, se deslizó lentamente hasta el suelo, derramando su contenido y partiéndose en mil pedazos. Miré a la mujer y ella sonrió divertida. Ahí lo entendí. Era muda. Realizaba una risa sin voz, tan real que parecías oírla de verdad. Posiblemente me hubiera engañado si desde que desperté no me hubiera estado fijando en todos sus movimientos. Pero eso me lo demostró. Probablemente por eso sus padres la habían querido abandonar en el bosque, ya que la considerarían inútil. Posiblemente no querían dejarla totalmente desamparada, y la refugiaran en aquella pequeña casita abandonada. Pero todo esto son conjeturas; ella jamás me lo contó.
Así pasaron varios días, varias semanas. Ella salía para buscar leña y comida todos los días. Nunca supe de donde sacaba los animales, ni de que fuente recogía el agua. Yo insistía en ayudarla, pero siempre que lo decía ella me dedicaba una mirada que insistía en que no la acompañara. Y el tiempo continuó pasando, y transcurrieron meses... o no. No lo sé. En aquel paraje solo nevaba un par de semanas al año, pero yo juraría que desde que estaba allí, no había dejado de nevar. Me habría atrevido a decir que en aquel lugar el tiempo no pasaba, que permanecía impoluto, inmóvil, en una especie de subrealidad. Y así pasaron varios meses, en los que vi el vientre de mi compañera crecer lentamente, hasta que unos meses más tarde, dio a luz a un niño. Me dispuse a ponerle nombre, pero ella insistió silenciosamente en no llamarlo de ninguna manera. Total, en una casa donde no se usan las palabras, ¿para qué sería necesario un nombre?
Pasó poco tiempo más, hasta que un día, la mujer no regresó. Salí a buscarla, pero de pronto el niño comenzó a llorar, y tuve que regresar a la cabaña. Al ver que no venía, y que en la casa no había nada de comer, me colgué al niño de una mochila hecha con trapos viejos, y me dispuse a salir de la casa. Comencé a andar, y encontré el lugar donde casi había perecido hacía... ¿Cuanto tiempo había pasado? ¿Un año? ¿Dos? No sabría decirlo. Solo sabía que me había dirigido el día de navidad al bosque... ¿Por qué me había dirigido al bosque? De pronto lo recordé. La vi a ella, caminando, entre los árboles. Y la seguí. La seguí hasta perderme. Y allí estaba yo, otra vez, en aquel mismo lugar, no sabía cuanto tiempo después de la última vez. Seguí caminando con aquel niño tiritante y sin nombre a cuestas, sin desfallecer, sin dejarme vencer por el frío. Hasta que de pronto, encontré mi pueblo, exactamente igual a como lo había dejado. Allí, perdido entre las montañas y los bosques...
-Y esa, es la historia de vuestro padre, niños.-Terminé de decir a mi exigente público formado por una niña de ocho años, un niño de seis, y un joven de doce años que se creía ya lo suficientemente mayor para no oír las historias de su abuelo, pero que no se alejaba a suficiente distancia como para dejar de escucharlas.
-Siempre nos cuentas la misma historia, abuelo. ¿Cuando nos contarás la verdad de como conociste a abuela?-Protestó el mas pequeños de los niños sentados frente a él, en el rústico suelo de madera.
Yo me reí a carcajadas mientras el padre de los niños, y mi propio hijo, sonreía desde el marco de la puerta al ver aquella bonita estampa navideña reunida la noche de navidad. Mientras los niños comprendían que no iba a decir nada más, me levanté pesadamente y me dirigí lentamente a la ventana, ya que mis piernas ya no estaban para grandes esfuerzos.
Mirando a través de los cristales empañados por el frío, dije sonriendo:
-No nos creen, querida, ¿tú lo encuentras posible?
Habría jurado que ella me devolvía la sonrisa, con su vestido blanco y su pelo azabache, mientras se sumergía entre los árboles...
Las votaciones se cerrarán el Lunes. Y no os votéis a vosotros mismos, que se de quien es cada una... | |
| | | Lady Lumnaris Reina del Foro~
Mensajes : 501 Reputación : 10 Fecha de inscripción : 14/11/2010 Edad : 30 Localización : Según una entidad cósmica cuántica alienígena en una dimensión espacio temporal donde el tiempo pasa muy despacio.
| Tema: Re: Concurso de Escritos Nº1 Votaciones. Lun Dic 27, 2010 5:48 pm | |
| ¡Al final no pude ni participar por culpa de la inspiración T-T! A decir verdad me ha costado un rato decidirme entre las tres, de hecho me las he leído un par de veces cada una antes de tomar mi decisión. Pero al final sólo uno puede quedar en pie (?) XD
Bien mi punto va para Espejismo, el tercer relato. Los motivos los he tenido que calificar según estructura, descripción y sentimientos (los que el autor/a es capaz de hacer llegar al lector). La razón tan exhaustiva es porque, como ya he dicho las tres me han gustado bastante. Éste relato me ha gustado especialmente por la manera en la que las descripciones se mezclan con los sentimientos que desprende el protagonista y por tanto, por la manera en que me han llegado al leerlo. En definitiva, que me ha gustado mucho y he sido capaz de captar la imagen navideña de los niños alrededor de la abuela, de la doncella entre los árboles... :3 Felicidades desde mi punto de vista. | |
| | | Lumière
Mensajes : 171 Reputación : 7 Fecha de inscripción : 20/11/2010 Edad : 29 Localización : ~En El Mundo Inexistente~
| Tema: Re: Concurso de Escritos Nº1 Votaciones. Lun Dic 27, 2010 11:08 pm | |
| Voto a la tercera (?) Es la que más llega. Como aquí la compañera Lady, yo también sentí con ésta historia. La primera no me hizo sentir nada ya que tenía demasiado diálogo y resultó más "fría" La segunda es más breve y no resulto una de esas que son: "Breve pero intensas" En la tercera veo mucho sentimiento y mucha realidad dentro de la ficción. Me gustó como cambió el espacio cuando se "murió" y el tiempo al final. Lo de los abuelos es algo que te esperas pero que no te esperas que pase ahí :3 Es bastante inesperada la verdad porque llegué a creer que se moría, ya que me convencieron las palabras del moribundo. Que nada hombre que nada, que mola xD
Voto por Espejismo :3
| |
| | | TheRedQueenOfHearts
Mensajes : 231 Reputación : 2 Fecha de inscripción : 25/12/2010 Edad : 30 Localización : Wonderland
| Tema: Re: Concurso de Escritos Nº1 Votaciones. Mar Dic 28, 2010 1:29 am | |
| mi voto va para *Siempre hay Esperanzas* un relato corto quisas con poca tematica y trama pero creo que indica como se sentia en parte la persona al escribirlo y creo k me siento algo indetinficada en el caso de que las mejores cosas aparecen cuando menos te lo esperas lo dificil ha sido elejir, ya que todos tiene un comienzo parecido sip, lo ha hecho a lo rapido, pero se nota que se ha esforzado aunque sea un pelin, me guto el final, en la ultima historia el final es intrigante, pero soy de finales felices y el primer relato es algo pesado de contenido pero esta lindo tambn buen trabajo, y pues suerte
| |
| | | Ghost of Shadows
Mensajes : 334 Reputación : 3 Fecha de inscripción : 28/11/2010
| Tema: Re: Concurso de Escritos Nº1 Votaciones. Mar Dic 28, 2010 4:32 pm | |
| Pues bueno, ya se pasó el plazo para votar.
Las cosas quedarían así:
2 Puntos - Espejismo. Autor: Ghost of Shadows.
1 Punto - Siempre hay esperanzas. Autora: Fairy Night
0 Puntos - Nochebuena Eterna. Autora: Uskhy
Pues eso, muchas gracias por participar, y espero verlos en futuras ediciones xD. | |
| | | Contenido patrocinado
| Tema: Re: Concurso de Escritos Nº1 Votaciones. | |
| |
| | | | Concurso de Escritos Nº1 Votaciones. | |
|
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |